Acercándome a cumplir 1 año desde que lanzamos mi socio y yo Work Therapy, sumándole el sentimiento melancólico de fin de año, comienzo a analizar este recorrido y observar con más claridad a la persona en la que me he convertido. Efectivamente pienso que ha sido una transformación, porque la persona que inició todo esto, no es la misma que les escribe hoy. Este emprendimiento, que nació como una idea ingenua, lo venía diseñando hace al menos 1 año y medio, y, en marzo de este año lanzamos lo que terminó siendo este gran proyecto. Este salto al vacío lo dimos con muchos miedos, incertidumbre, pero también valentía y pasión.
En el transcurso de este recorrido he conocido a un personaje, llamémosle mi alter ego, nada más y nada menos que Mi Impostora. Sí, tengo una impostora, y es terriblemente exigente, demandante, crítica sin piedad, pero, por sobre todo una perfeccionista con la que muchas veces no me dan ganas de trabajar. Cuando aparece me hace sentir insegura respecto a mis capacidades, me critica fuertemente y me compara con el resto. También, me apunta con el dedo cuando me equivoco y cuando puede cuestiona lo que sé y cómo hago lo que hago.
Siempre he vivido con este alter ego. En el pasado se mostraba ocasionalmente, pero lograba callarla cuando lo necesitaba y no me perjudicaba intensamente. Esto dió un cambio radical cuando empecé a emprender, ya que esta impostora me señaló con el dedo y me dijo “Tú nunca has hecho algo así, qué te hace pensar que lo podrás hacer bien”. Me dijo “Mira la cantidad de personas que hacen cosas parecidas, cómo sabes que vas a destacar, y si además no tienes una certificación de Coach, cómo vas a serlo”, “No sé si será bueno exponerse así, será que la gente te va a encontrar loca”. Me dijo también que era el fin del mundo si no tenías muchos likes en una publicación, si la gente no interactúa conmigo todo el tiempo, y así un montón de cosas que podría estar contándoles todo el día. En especial, un día en el que hice una de mis primeras actividades online que no salió como yo esperaba, mi Impostora me hizo sentir, incluso, que esto no era lo mío…
Fuertes palabras ¿no? Bueno, después de todas estas intensas conversaciones con mi alter ego, comencé a cuestionarlo, comencé a decirle “y por qué no”. Comencé a decirle “yo sí puedo y sí me la creo”. Le dije “De todo puedo aprender. Sé bastante y tengo mucho que aportar”. Comencé a hablarle fuerte y no dejé que me intimidara. Decidí hacerle frente y lanzarme con toda mi fuerza a hacer lo que me propuse en un comienzo.
Esto no ocurrió antes de sufrir un rato, desahogar mis frustraciones con mi almohada, mi pareja, familia, amigas, etc. Fue necesario sacar todo este relato y escuchar que los demás y yo misma decían “eso no es así, vas muy bien”. Fue necesario renovar mis energías y recordar por qué estaba haciendo todo esto, cuál era la misión que quería alcanzar, que era y es; ayudar a las personas y vivir de lo que me apasiona. También fue necesario buscar apoyo, personas que estuvieran en la misma. Buscar comunidad, un espacio de catarsis para ser yo misma, sin sentirme juzgada. También fue necesaria la prueba y el error, el feedback de mis clientes, que hoy orgullosamente puedo decir que han crecido, y principalmente porque confié en mí y dejé que mi trabajo hablara por sí solo…
¿Por qué les hablo de mi impostora? porque creo que es una relación que todos tenemos. El Impostor es esa inseguridad que tiene nombre, es ese cuestionamiento que nos hacemos cuando nos vemos enfrentados a algo nuevo o cuando nos equivocamos, es esa voz que te critica. Esa voz, somos nosotros mismos, que a veces nos sabotea y hace creer que no lo haremos bien.
Tal como yo he podido manejar mejor a mi impostora, tú también puedes hacerlo. Solo debes escuchar qué te dice, entender por qué piensa como piensa y enfrentarlo, desde tus fortalezas, con determinación y confianza.
Si te cuesta identificar estos aspectos de ti mismo/a y necesitas ayuda para avanzar hacia tus metas profesionales, personales o laborales, no te preocupes, no estás solo/a. Siempre puedes pedir ayuda profesional. Personalmente, estaré feliz de ayudarte y acompañarte en tu camino de crecimiento personal.
Hablando de ayudarlos en este camino, pronto tendré disponible en mi página web un taller online asincrónico del Síndrome del Impostor, con un precio especial de lanzamiento. Si deseas ser el primero/a en enterarte de su lanzamiento, suscríbete en www.worktherapy.cl
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¡Te invito a seguir conociendo este camino conmigo!
Fran Toledo
Psicóloga, Orientadora y Fundadora de Work Therapy. Experiencia en Recursos Humanos, Consultoría y Docencia. Experta en Atracción de Talento, Assessment y Desarrollo de Competencias.
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