top of page
Buscar

¿Por qué corres?

¿Acaso el sentido de urgencia dominó nuestras vidas?


¿Te ha pasado que te encuentras constantemente “apurada/o”?, que vas de tu casa al trabajo, del trabajo a tu casa, comes, duermes, y al otro día todo se repite a una velocidad que a veces es un poco abrumadora…


El “sentido de urgencia” en esta sociedad se nos ha calado hasta los huesos. La exigencia de cumplir los “deadlines” (plazos) en el trabajo la hemos llevado a las demás áreas de nuestra vida. Le hemos agregado velocidad y prisa a cosas que solían darnos felicidad y alegría, y que ahora, nos estresan también. ¿Acaso hemos convertido las cosas lindas de la vida en factores estresantes? O sea, si acordé juntarme con una amiga, tengo que apurarme porque no puedo salir tarde del trabajo, y si alcanzo a hacer deporte o a dejar hecha la cena a mi hijo (para quienes son madres o padres), sería un milagro y, por lo tanto, me estreso por el simple hecho de darle tiempo a una amistad que me hace bien…


Qué difícil es manejar estas presiones hoy en día, las de ser un buen trabajador, madre/padre, hijo/a, hermana/o, pareja, amiga/o, y para sumarle más pelos a la cola le agregamos la presión de tener una buena relación con nosotros mismos, de preocuparnos de cosas como cuánto nos cuidamos, cuán bien estamos comiendo y haciendo ejercicio, cuántas rutinas de autocuidado me estoy dando, y así podríamos seguir con un sin fin de expectativas que nos impone la sociedad, los sistemas relacionados al tener una familia y también nosotros mismos.


Sabemos que nuestro trabajo nos exige mucho, la familia y nuestras relaciones también, pero a pesar de todo esto, lo que debiéramos preguntarnos en realidad es ¿Es acaso todo presión? ¿Cuándo se convierte en una elección? ¿Cuándo es prioridad? ¿Cuándo es necesario? ¿Cuándo es necesario decir que no? ¿Cuándo es necesario decir que sí?...


Muchas veces me pregunto qué es lo que debe tomar protagonismo, y por qué me apuro en reiteradas ocasiones para cosas que podría hacer de forma más tranquila, y así en el proceso, poder saborearlas más, logrando que mágicamente el tiempo fluya más lento cuando quiero disfrutar esas cosas que me llenan y por las cuales mi vida vale la pena.


Efectivamente, hay cosas en la vida que toman protagonismo y urgencia; como proyectos o tareas importantes en el trabajo de las que depende nuestro éxito en él, responsabilidades familiares y un sinfín de temas que ocurren, que muchas veces no planificamos… Lo que sí es importante preguntarse es; Luego de cumplir con estas prioridades, ¿Qué elijo hacer, cómo lo hago y para quién?...


  • Si mi amiga/o quiere juntarse conmigo en una semana en que necesito darme tiempo para mi, en que hace días que no logro ver esa serie que la tengo guardada hace meses, o en ese momento que necesito darle tiempo a mis hijos, o que simplemente quiero tener una tarde para preocuparme solo de mi persona.

  • Si el cansancio del trabajo o de la rutina me gana y no salgo a caminar o hacer deporte, pero sé que después de darme ese espacio, puedo salir de mi casa, escuchar música, desconectarme y me hace muy bien, incluso ando con más energía y mejor ánimo.

  • Si en vez de correr al supermercado en pleno día laboral y hacer todo apurada/o, decido hacer las compras cuando tenga más tiempo, sentarme, tomarme un té, planificar las compras, poner música relajante, y convertir la ida al supermercado en una experiencia agradable, a mi ritmo.

  • Si me cuesta pedirle a mi pareja o a esa persona en la que me puedo apoyar que se haga cargo de algunas cosas, para yo así darme ese espacio que tanto necesitaba.


Sé que varios ítems de esta lista son difíciles de cumplir en el día a día, especialmente si estamos cansados/as, si tenemos tantas labores que realizar, y muchos de ellos requieren de un esfuerzo importante e incluso a veces significan un “desgaste” de nuestra parte. No obstante, eres tú quien decide qué hace con su tiempo, a quién se lo destinas (a ti o a los demás) y de qué manera. Eres tú quien busca apoyo para poder entregarte un espacio, para poder decir “esta vez no puedo”, para poder decir “esta vez haré el intento”, para decir “necesito este tiempo para mi” o “necesito hacer esto por mi hijo/padre/hermano/amigo” u “hoy decido hacer esto de forma calmada, tomándome mi tiempo”...


Muchas veces nos quedamos en la respuesta de “es que no tengo tiempo”, “es que mi pareja no me ayuda”, “es que mi trabajo no me lo permite”, “es que la vida pasa tan rápido”, y así podría seguir eternamente. Personalmente, he pensado y expresado muchas de estas frases, más de alguna vez, pero creo fuertemente en que podemos hacer algo al respecto y convertirnos en los conductores de nuestra propia línea de tiempo.


Si queremos sentirnos mejor, más tranquilos, caminar a nuestro propio ritmo y sentirnos más felices, PERCIBIENDO esto que se llama “vida” y no solo pasando por al lado de ella, necesitamos hacer un cambio de “switch” (foco), un cambio que nos movilice y nos permita decir; “ayúdame a hacer esto”, u “hoy no puedo” o “jefe, no alcanzo a hacer esta tarea en el tiempo que me está pidiendo, necesito más” u “hoy me esforzaré por hacer algo que me hace bien”.


Quizás la pregunta que debemos hacernos es “¿qué me hace sentir bien?” o “¿qué me hace sentir tranquila/o y feliz?”; y tratemos de llevar a cabo las acciones que nos permitan llegar a ese sentimiento, con los recursos que tenemos. Muchas veces podemos hacer cambios pequeños en nuestra rutina, y vamos de a poco mejorando, como por ejemplo, darse un momento en las mañanas, de 5 a 10 minutos, para sentarte tranquilamente, respirar, tomarte una pausa, meditar, tomarte un café, jugo o un té y organizar tu mañana, o para salir a caminar, o para dejarle un audio a esa persona especial que quieres que sepa que la extrañas, o incluso para descansar un rato sin mirar el celular, para dejar que tu mente te hable y te diga lo que realmente necesita o quiere hacer.


Y a ti? ¿para qué te faltó tiempo esta semana? ¿Qué hiciste de forma tan apresurada que no te acuerdas si lo disfrutaste? ¿Qué te hubiese gustado hacer en vez de eso que hiciste aquella tarde?



Recuerda que siempre puedes pedir ayuda, apoyarte en alguien cercano o en un profesional. Si sientes que tienes muchas metas en el ámbito laboral que te ha costado aterrizar, o si sientes que el estrés del día a día no te permite avanzar como quisieras, cuenta conmigo.


Navega en www.worktherapy.cl y entérate de todos los servicios que he diseñado para ayudarte en este turbulento entorno laboral, para guiarte hacia tu felicidad y éxito, a tu ritmo… Síguenos en redes sociales para más tips e información de las asesorías.


¡Te invito a seguir conociendo este camino conmigo!


 

Fran Toledo

Psicóloga, Orientadora y Fundadora de Work Therapy. Estudiante Magíster Desarrollo Organizacional y Dirección de Personas. Experiencia en Recursos Humanos, Consultoría y Docencia. Experta en Atracción de Talento, Assessment y Desarrollo de Competencias.


 
 
 

Comments


bottom of page